4 arroces que siempre gustan

  1. Arroz negro. El arroz negro es una delicia culinaria. En los locales en los que lo sirven tienen garantizado el público. Solo es necesario contar con productos de calidad y un buen distribuidor de tinta de calamar congelada para evitar tener que aprovechar la tinta de los calamares. De este modo, si los compras congeladas, no te quedarás corto de tinta y podrás añadir la que necesites sin más.

El arroz negro es muy típico en algunas zonas de España, pero tiene éxito en cualquier lugar de nuestra geografía y no son pocos los hogares en los que es un fijo en el menú del mes.

  1. Arroz con marisco. Si te apetece un plato que sea un pequeño lujo, pero a la vez resulte fácil, el arroz con marisco te encantará. Prepara algo de marisco cocido y utiliza parte del agua para preparar el arroz. Añade el marisco cuando esté casi listo y disfruta de un plato que puede hacerse con cualquier producto del mar.

Algunas personas cocinan suculentos arroces caldosos con marisco e incluso sucedáneos baratos y muy resultones, como risotto con surimi de langosta. Un falso plato de marisco que rinde homenaje, porque imitarlo es imposible, al famoso arroz con bogavante.

  1. Arroz en ensalada. Para los días de verano, este arroz será el más socorrido y sabroso. Prepara un arroz largo bien seco, blanco y resérvalo hasta que esté frío. Puedes preparar por separado cebolla, pimiento crudo, tomate y zanahoria muy picado y lo mezclas. Añade una potente vinagreta y verás que plato rico y fresco que se prepara en nada y que está delicioso. También puedes hacerlo al estilo de la ensaladilla rusa, sustituyendo las patatas por el arroz blanco, un sabor diferente pero también muy rico.
  2. Arroz blanco. Es un plato tan básico y socorrido que a veces nos olvidamos de todo el juego que puede llegar a dar. Un día en el que no hay tiempo para cocinar, solo hay que prepararse un arroz en blanco y añadir cualquier cosa que haya por casa: una conserva de atún, de sardinas, de mejillones, una poca de carne que haya sobrado de otra comida, pollo, verduras salteadas… da igual, todo va a quedar bien con el arroz. Y si lo haces con unos huevos estrellados y un poco de tomate, tendrás un manjar delicioso y muy barato.