Mejor prevenir que pagar
Parece mentira que con la insistencia con la que se nos aconseja que cuidemos nuestra salud bucodental, a estas alturas, todavía nos encontremos con sorpresas indeseadas cuando vamos al dentista. Aunque está claro que no todas las dentaduras son iguales y no todos los problemas que tenemos en la boca derivan nuestras malas costumbres, también es cierto que muchos problemas se podrían evitar teniendo un poco más de cuidado.
En mi caso personal, hace años tuve que entonar el mea culpa por un problema dental que acabó pidiendo presupuesto sobre implantología dental en Pontevedra. Y encontrándome con que el gasto que debía asumir era considerable pero inevitable. Recuerdo no pensar en ese momento el coste de todo el proceso ni comparando el precio con cualquier otro gasto. Cuando se trata de salud, no hay comparación posible. Pero una vez pasado el tiempo me di cuenta de que no merece la pena no prevenir en este aspecto, porque luego lo pagas, literalmente.
Estamos hablando de trabajos muy delicados. Tal y como me explicaron a la hora de pedir presupuesto para la implantología dental en Pontevedra, el proceso empieza con la toma de medidas. Se usan programas informáticos muy precisos para elaborar las piezas que tienen que adaptarse a la perfección a la boca y a la dentadura del paciente. No hay que olvidar que no hay una dentadura igual a otra, por lo que cada pieza, por supuesto, ha de ser diseñada de forma específica.
Nos gustaría elegir en un catálogo lo que queremos como si se tratase de un producto de consumo, pero esto es diferente. Como lo son los materiales, que deben ser muy específicos para que se integren en nuestra boca sin generar problemas. El titanio es uno de ellos, y no es justamente un material fácil de trabajar ni barato, pero cumple a la perfección su labor. Así pues, a la hora de ir al baño al lavarte los dientes, recuerda lo que puede suponer la mejor o peor salud bucodental. Te juegas mucho así que haz las cosas como deben hacerse.