Cómo poner un punto de color a un traje de comunión
Los trajes de comunión de niñas son, tradicionalmente, blancos. Pero no es necesario un blanco riguroso, sobre todo porque siendo niñas, el color parece una parte fundamental del conjunto. Los complementos son la mejor manera de conseguir que un vestido de ceremonia de este tipo tenga un punto diferente, sin dejar de resultar adecuado y bonito.
Una de las mejores formas de conseguir ese punto de color es jugando con las lazadas comunión niñas que estos vestidos pueden llevar en el corte de la cintura o pecho. Una bonita lazada de gasa, ancha y en un tono pastel, será perfecta para conseguir romper el blanco del vestido y que este destaque todavía más. Otros materiales que se pueden usar son el tul o el algodón. Puede ser del mismo material o diferente material que el vestido.
Los colores azules, verdes, rosados o violetas siempre en una tonalidad suave, son perfectos para conseguir este resultado y se pueden combinar con otros complementos para lograr un look más total. Por ejemplo, se pueden usar lazos de gasa en el mismo color para los zapatos de comunión blancos, o que la diadema del pelo tenga los mismos colores. Estas pequeñas pinceladas harán que la niña se vea perfectamente combinada y muy elegante.
Si preferimos no utilizar lazada o queremos que esta sea también blanca, se puede jugar con los bordados en la tela del vestido. Por ejemplo, la zona del pecho puede ser de nido de abeja y tener algunos bordados en un tono pastel. En este mismo color puede salpicarse el tocado del pelo para que combine perfectamente y todo quede integrado. Esta es también una buena solución cuando el vestido en lugar de blanco es en un tono crema, ya que evita que se vea demasiado colorido y, a la vez, también se esquiva el look monocromático que puede ser un poco aburrido.
Otra alternativa son los apliques de flores que pueden ir en la cintura del vestido o en la misma lazada. En estos casos, apostaríamos por un vestido y lazada en el mismo tono blanco, y el aplique en colores alegres y florales sería el encargado de dar la nota de color. En este caso, la diadema se substituiría por un tocado idéntico al aplique y ya conseguiríamos una imagen fresca y muy alegre, ideal para las niñas que quieran verse más naturales.