¿Cuál es la diferencia entre una puerta blindada y acorazada?

Los materiales de fabricación y el grado de resistencia son algunos de los parámetros que distinguen a las puertas acorazadas de las blindadas. La definición académica del diccionario sirve aquí de poco, pues si bien la RAE recoge el término, su descripción —«puerta reforzada por diversos sistemas de seguridad que se coloca en la entrada de las casas»— sólo rasca la superficie de la cuestión.

 

En primer lugar, las puertas de seguridad acorazadas Vigo se distinguen de las blindadas en el uso del acero y otros materiales de alta resistencia, revestidos de láminas de madera con fines decorativos. Esta característica encarece el precio del producto, pero también eleva su calidad y prolonga su vida útil.

 

Por su parte, las puertas blindadas se fabrican en madera maciza, disponiendo de placas metálicas de refuerzo en su marco y la hoja de la puerta. Aunque su resistencia es superior a la de una puerta convencional, no pueden contener la mayoría de los intentos de forzamiento de los delincuentes. Tampoco los accesorios y piezas móviles (cilindros, cerraduras, pernos, etcétera) pueden igualar el grado de protección de las puertas acorazadas.

 

Así, el nivel de resistencia establece otra diferencia sustancial entre estos tipos de puerta. Las puertas acorazadas son capaces de resistir un amplio espectro de métodos de forzamiento, aunque su grado de protección depende de las medidas de seguridad implementadas en el producto.

 

De nuevo, las puertas blindadas pierden en la comparación, y la causa reside también en los materiales utilizados. Los refuerzos de hierro no pueden competir con el acero que integra los elementos constituyentes de una puerta acorazada. Aunque la palabra ‘blindada’ induce a pensar en mayores niveles de seguridad, la realidad demuestra que las puertas con esta etiqueta ofrecen una mejora leve de la protección presente ya en las puertas de entrada tradicionales.