Por qué Alemania lidera el mercado mundial de las caravanas

Aunque Reino Unido, Francia y Países Bajos sean grandes exponentes, el sector del caravaning está dominado por las marcas alemanas. Las últimas estadísticas sugieren que el número de caravanas en uso roza las ochocientas mil unidades en el país sajón. Su popularidad no decae en el resto de Europa, ni siquiera en el mercado de los vehículos usados, como demuestra el éxito de la caravana knaus sport segunda mano o de la Weinsberg CaraOne.

El parque de caravanas existente en Alemania revela un interés y tradición difícilmente comparables a otros países, por más que la invención de la casa móvil sea obra de un médico escocés, William Gordon Stables. Pero existen otras razones de peso para entender la ‘supremacía’ germana en el caravaning.

Pese a las debacles económicas del siglo veinte, la industria automotriz continúa siendo un gigante internacional, y es lógico que este liderazgo e inversión en I+D se haya contagiado al desarrollo de las caravanas. La cantidad de fabricantes especializados en estos vehículos en suelo alemán es prueba de ello.

Dethleffs fue uno de los pioneros de este mercado. Comenzó en los años treinta con el modelo ‘Tourist’, al que seguirían ‘Nomad’ y ‘Vagant’. El fundador Arist Dethleffs desarrolló su primera caravana con el objetivo de compaginar su vida profesional y familiar, inaugurando una filosofía y modo de viajar inéditos.

Knaus es otro de los fabricantes alemanes con mayor éxito. La búsqueda de autonomía y la innovación forman parte del ADN de la compañía fundada por Helmut Knaus, que se presentó en sociedad con el modelo ‘Schwalbennest’.

De posterior creación son las marcas Carthago y Bürstner, hoy ampliamente conocidas entre los aficionados al turismo itinerante. La primera se distingue del resto por su enfoque deluxe y las altas prestaciones de su flota, mientras que Bürstner está más orientada al consumidor medio, con diseños y precios más familiares.