De Ayamonte a Matalascañas
Resulta difícil hablar bien de tu propio país sin caer en el tópico, pero la realidad es que tenemos un país fascinante con multitud de geografías diferentes, un país lleno de contrastes en los que tan pronto estás un valle verde eléctrico como en un desierto yermo y solitario. Y qué mejor forma de recorrer nuestro país que a bordo de una autocaravana que nos permite vivir la naturaleza desde dentro.
En nuestro último viaje por España nos fuimos al suroeste peninsular, en la frontera sur con Portugal, allí donde arranca el litoral de Huelva. Y nuestra primera parada fue Ayamonte, pueblo fronterizo por excelencia en la orilla de la desembocadura del Guadalquivir. Y como siempre que viajamos en autocaravana, debemos prefijar los lugares en los que nos vamos a quedar buscando aparcamiento en Huelva. Ya sabes que con una autocaravana no puedes aparcar ni pernoctar en cualquier parte, arriesgándote a recibir un tirón de orejas de las autoridades… o una multa.
Después de Ayamonte, nuestra ruta nos llevó a Isla Canela, Isla Cristina e Islantilla, tres puntos clásicos del turismo onubense. Las playas en esta zona son una maravilla. Y aunque el agua no es tan cálida como en la franja mediterránea de Andalucía, sigue siendo un baño espectacular. Además, para los que venimos del norte ya no nos tiembla el pulso al enfrentarnos a aguas un poco más “guerreras”.
Y tras pasar el Paraje Natural Marismas del Río Piedras y Flecha del Rompido alcanzamos una de nuestras zonas preferidas de Huelva, que no es ningún secreto ya que queda a tiro de piedra de la capital provincial en plena desembocadura del río Odiel.
Se trata de Punta Umbría, una localidad que en temporada alta se llena hasta los topes y en la que también debemos buscar con antelación aparcamiento en Huelva para asegurar un sitio para nuestro vehículo. Pero merece la pena porque estamos ante varias de las mejores playas de toda Andalucía, destacando la mágica Los Enebrales. Y de aquí hasta Matalascañas, ya en la frontera con Cádiz, otro lugar que no necesita presentación.